05 diciembre, 2005

Vicerrector de profesorado y planes de estudio

Este es de los nuestros, pero no de los míos. Juega a favor del equipo rectoral, pero para mi que va buscando asaltar el poder en todo su apogeo, como yo. Cuando caiga el rector habrá que controlarlo, no vaya a ser que me quite la vez. Eduardo Santisteban, se llama.

El rector

¿Inteligente? Debe serlo, lo suficiente como para mantener a sus órdenes a un ejército de hienas dispuestas a saltar sobre su sillón a la primera de cambio. Doroteo Gálvez se mueve por el campus con un aire de suficiencia que es sobrenatural. Y, para colmo, tiene comiendo en su mano a los alumnos. Muy gorda la tiene que hacer. Pero, tarde o temprano, la hará.

El becario pelota

Servicial hasta la repugnancia, falto de escrúpulos, taimado, dispuesto a traicionar si lo merece la ocasión, hábil manejador de voluntades. Me veo reflejado en él. Este chico llegará lejos si es capaz de permanecerme fiel. Tiene iniciativa propia y un buen pensamiento estratégico. A veces pienso que va siendo hora de tener un discípulo de verdad. ¿Será él?

Profesor Dorado

El hombre que vino del insti. El hombre que tuvo los santos cojones de oponer su currículum al mío para una cátedra. De momento, y por insubordinado sigue con una comisión de servicio pues he logrado frenar su plaza de titular en todas las ocasiones que él se ha atrevido a pedirla. Y el tío es bueno en lo suyo, lo que me proporciona más placer cuando me lo paso por la piedra, figuradamente hablando...